En el vasto universo de la medicina integrativa, la Sintergética emerge como un enfoque que conecta mente, cuerpo y emociones, para trabajar por la autorregulación del cuerpo. Dentro de sus módulos más reveladores, la Neurosintergética explora el cerebro no solo como un órgano complejo, sino como un puente hacia la evolución de la conciencia.
El cerebro humano es una obra maestra de la evolución.
Es un instrumento de síntesis, capaz de integrar y armonizar información de manera prodigiosa. Según el Dr. Jorge Carvajal, creador de la Sintergética, el desarrollo del cerebro puede visualizarse como una gráfica en forma de signo de interrogación, ilustrando la progresiva evolución desde:
- La médula espinal hacia el tallo cerebral.
- El sistema límbico al neocórtex.
- Culminando en el lóbulo frontal, el epicentro de la creatividad, personalidad y carácter.
En este punto, la corteza más reciente se ubica estratégicamente en la “gerencia de la empresa de la vida”, integrando información y definiendo nuestra individualidad.
La evolución cerebral no ha sido lineal. Se ha dado en capas que reflejan nuestra historia biológica:
- Cerebro reptil: Instintos de supervivencia básicos.
- Cerebro mamífero: Emociones y vínculos afectivos.
- Cerebro humano: Razonamiento complejo y lenguaje.
- Cerebro creador: Capacidad de innovación y espiritualidad.
Esta progresión también se relaciona con nuestra postura erguida y la liberación de las manos, permitiendo una mayor interacción con el entorno y un ascenso evolutivo en nuestra conciencia.
En Neurosintergética, el cerebro no es visto como un ente aislado, sino como un reflejo de todo el cuerpo. Este enfoque revela que:
- El cuerpo es un gran procesador de información. Cada célula y tejido contribuye a la red de comunicación cerebral.
- Las enfermedades no son locales, sino el resultado de programas corticales que reflejan un desajuste en el sistema nervioso central.
- Un dolor crónico, por ejemplo, no reside únicamente en el área afectada, sino que es una manifestación periférica de un programa cerebral.
Este entendimiento permite sistematizar la relación entre las frecuencias corporales y las frecuencias cerebrales, explorando su correspondencia con sistemas energéticos como los chakras.
Uno de los pilares de la Neurosintergética es la capacidad de desactivar programas generadores que perpetúan enfermedades crónicas.
Estos programas se han incorporado a nivel celular, condicionando al organismo a funcionar bajo parámetros de enfermedad como si fueran normales.
El enfoque de la Neurosintergética se basa en trabajar con los flujos de energía y conciencia a nivel cerebral, estableciendo patrones de resonancia con el cuerpo, permitiendo reconocer la enfermedad como un programa orgánico que puede reprogramarse mediante frecuencias específicas y sincronización cerebral.
La plasticidad cerebral y la conectividad neuronal permiten reprogramar estos patrones al identificar y actuar sobre las frecuencias de la periferia del cuerpo, sincronizando las fases de sanación desde el sistema nervioso central. Además, facilitan la ruptura de los ciclos de cronicidad, aliviando síntomas y reestructurando el programa central que los genera.
Nuestro cerebro no solo organiza nuestra realidad, sino que también refleja y condiciona nuestra evolución espiritual.
Al comprenderlo como un sistema de síntesis y resonancia, podemos reprogramar patrones limitantes y activar nuestro potencial creador, permitiéndonos conectar con nuestra esencia más profunda.
Dr. Jorge Iván Arango